Feng Shui, ¿qué es eso?

 

Puede que os hayáis encontrado ante algún artículo en una revista, o algún libro en una tienda en los que se habla de Feng Shui en el hogar. A primera vista parecería que se trata de una tendencia en decoración acorde con el viraje hacia Oriente que está tomando nuestra cultura (zen, minimal, etc.). Sin embargo yo me empecé a interesar en esta materia no por estas anécdotas, sino por lo profundo de su sabiduría.

En este blog publicaré algunos de los conocimientos sobre Feng Shui que he adquirido a lo largo de los años, en aquellos aspectos que encuentro más reveladores y beneficiosos para nuestro enriquecimiento holístico.

No esperéis encontrar aquí rectas milagrosas como colgar bolitas de cristal o colocar amuletos chinos de dudosa estética. Esta es la parte típica del Feng Shui que más puede llamarnos la atención (con tendencia a la superstición), pero que es mínima en la complejidad de todo lo que abarca el Feng Shui. Yo me decanto más por el fondo de sentido común que radica en esta enseñanza milenaria.

 

Feng Shui en signos chinos

 

Entrando en materia, las palabras “Feng” y “Shui” se traducen como “Viento” y “Agua”. Según el maestro chino Guo Pu (años 276-324), “El Qi se dispersa por el viento y es retenido por la presencia del agua” (en su libro “Zangshu” o “Libro de los Muertos”). De esta manera quedan establecidas las bases del Feng Shui, esto es, buscar un lugar protegido de los vientos violentos (evitar que el viento disperse o esparza el Qi), y que cuente con la presencia enriquecedora del agua (que atrae al Qi). El equilibrio de estos dos factores indicará que nos encontramos ante un lugar adecuado para vivir y desarrollar la actividad humana en unas condiciones óptimas (entendamos Qi como una especie de energía vital que debe fluir libremente para sernos beneficiosa).

Esta manera de establecerse en el territorio no dista demasiado de las utilizadas por otras culturas, incluso la nuestra

Occidental. Por ejemplo, para determinar la mejor ubicación para establecer un poblado romano, lo soldados observaban los lugares en los que los caballos del regimiento pacían de manera natural. Se consideraba que estos lugares elegidos por los animales eran un “buen lugar”.

La búsqueda de este “buen lugar” existe en todas las culturas y queda reflejada en la sabiduría popular. Solo hace falta volver a atender a los experimentados hombres de campo, a los zahoríes, o incluso a nuestro refranero popular (“Labrador astuto no labra tierra que no da fruto”, “Algo tendrá el agua cuando la bendicen”, “Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”, “En cada tierra, su uso, y cada casa su costumbre”, etc.)

Resulta que esta semilla de conocimiento extendida por todo el planeta tuvo un desarrollo extraordinario en la China milenaria, y es ahora cuando vuelve a nosotros en forma de Feng Shui. Nunca hasta el momento el Feng Shui ha sido tan popular, ni siquiera en China, pues originariamente las exquisiteces de sus conocimientos estaban reservadas para uso y disfrute del Emperador y eran guardadas bajo el más riguroso secreto.

Actualmente todos tenemos acceso a su aprendizaje y podemos estudiar aquellos aspectos que más nos puedan interesar: decoración, aspectos psicológicos, buscar la suerte, curar la enfermedad, mejorar nuestra vida, impulsar nuestro negocio, etc. Sí, de todo ello habla el Feng Shui, y espero que os resulte interesante la selección de temas que expondré en este blog.

 

Audio: «Feng Shui» de Gnarls Barkley

http://grooveshark.com/s/Feng+Shui/24vFWu?src=5

2 comentarios sobre “Feng Shui, ¿qué es eso?

    1. Quizás el Feng Shui influya más en la colocación y el color de los objetos que no en los objetos en sí. Lo más importante sin duda para los muebles es que te gusten, que verlos y usarlos te resulte cómodo y agradable.

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